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Educación basada en el amor y respeto

Cuando se es madre o padre de familia, una de las grandes tareas es sentir y saber que se es capaz de criar y que se puede  hacer de la mejor manera con las herramientas que se dispone. Algunos padres desean tener al menos una directriz o hasta poder contar con un manual.  No hay una instrucción ideal en la crianza y se debe tener en cuenta que cada hijo es único e irrepetible.  Como padres, es posible pensar que hay mucho que enseñar,  en lugar de pensar que hay mucho para aprender juntos: padres e hijos.

Alguna vez se han preguntado: ¿Cuál flor es la más bella? tal vez algunos digan que todas son hermosas, otros que las rosas, otros que aquellas que no tengan cuidados especiales. Finalmente la que cada uno escoja dependerá de su agrado o preferencia personal. Podemos diferir en los gustos, pero estaremos de acuerdo  en que todas las flores son bellas y diferentes.

Los invito a pensar en sus hijos como flores, cada uno con sus fortalezas, dones, habilidades y sus dificultades. Esto quiere decir que los hijos son también distintos y hermosos. Por lo tanto no se deben comparar,  son únicos. Como padres, no se debe permitir la comparación entre hermanos y/o con otros miembros de la familia.

Es importante conocer muy bien a los hijos. Identificar aquellas características que los hacen únicos y que los distinguen de los demás. Es necesario apoyarlos en el desarrollo de sus cualidades, habilidades y capacidades y así ellos aprenderán a valorarse a sí mismos.  Como padres se debe ampliar la visión con respecto a la inteligencia, y dejar de pensar que los niños inteligentes son sólo aquellos quienes obtienen mejores calificaciones.

Afortunadamente, hoy día,  se conoce la teoría de las inteligencias múltiples. En ella se puede apreciar lo limitados que habíamos estado con respecto a este concepto. Howard Gardner identifica 8 tipos de inteligencias: Lingüística-verbal, física-cinestésica, lógica-matemática, espacial, musical, interpersonal, intrapersonal y naturalista (Gardner, 1983).  De esta manera se  empieza a dar valor a aquel que tiene la habilidad para relacionarse, o al que es empático o el que tiene habilidades artísticas. Así que, ¿Sabe usted cuales son las destrezas y/o cualidades de su hijo?

Es importante recordar que su hijo necesita ser valorado en su totalidad y de ésta manera sentirse seguro, confiado y querido. A partir de esto usted estará cuidando de la autoestima de su hijo, la cual le permitirá actuar, relacionarse y reaccionar de manera adecuada en los diferentes contextos en los que se encuentre. Cuando una persona tiene autoestima alta se le facilita asumir responsabilidades y aceptar cuando se equivoca. Es por esto que es tan importante fomentar en los hijos la estima hacia su persona.

Ocurre todo lo contrario cuando una persona tiene autoestima baja. Las personas con autoestima baja tienen dificultades para relacionarse, no valoran sus talentos ni habilidades, piensan que no pueden hacer las cosas y que todo les va a salir mal, son indecisas, tienen miedo a los cambios, perciben el mundo como agresivo y  cualquier comentario se convierte en una crítica.

Que padre no desea: Que su hijo tenga firmeza y que piense que es más que los éxitos y fracasos. Que que es un ser que es aceptado y querido por quien es, que tiene dignidad y que merece respeto. Que es un ser único e incomparable, y que tiene potencialidades, habilidades y capacidades que nada ni nadie le puede quitar.

Esto no quiere decir que no se puede corregir un hijo, permitiéndole que haga lo que quiera. Es la forma en la que se llama la atención o se corrige la que genera el cambio. Es importante que su hijo entienda que lo que no es aceptable es el comportamiento.

Entonces  cuando un hijo hace algo inadecuado es necesario aprender a corregir sin lastimar la  autoestima de los hijos.  No es necesario humillarlo,  herirlo o ultrajarlo para que aprenda. Es pertinente decirle palabras como: Esto no está permitido,  o esto no es aceptable, en lugar de hacer señalamientos que le hagan sentir incómodo o lo lastimen, como por ejemplo el trato abusivo, las críticas en público, ponerlo en ridículo o insultarlo,  entre otros. Permitámosle que concluya que cometió un error sin que se sienta desvalorizado.

Tener claros los límites, las normas y las reglas facilita la formación de los hijos. El fijarles reglas desde temprana edad les permite a los hijos contar con una guía que los orienta acerca de lo que se puede o no hacer, brindándoles seguridad en el momento de actuar. Por lo tanto, hay que estar atentos a la forma en que se imparten ya que para esto es preciso crear rutinas,  que se conviertan en hábitos y éstos finalmente en disciplina.

Ser padre de familia es una gran labor en la que es posible formar personas justas y solidarias. La educación basada en el amor y el respeto permite que cada persona pueda reconocer al otro, escucharlo y que las emociones y necesidades sean expresadas adecuadamente. De esta manera es posible crear una cultura que excluya la violencia.

 

Olga Lucía Gualtero Useche –Psicóloga Especialista en Desarrollo Humano

Coordinadora Proyecto Asivida – Iglesia Evangélica Luterana de Colombia