Al concluir el encuentro Medellín + 50 en el que se conmemoraron los 50 años de la 2ª Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, bajo el lema “Grito de los Pobres, Grito por la vida” una delegación de 12 integrantes del Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad con los Pueblos de América Latina Oscar Arnulfo Romero, con el apoyo de la Iglesia Luterana de Colombia, IELCO, adelantaron entre los días dos y tres de octubre visita al Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) “Jacobo Arango” en la vereda de Llano Grande, en Dabeiba Antioquia y al Nuevo Punto de Reincorporación en la vereda San José de El León en Mutatá Antioquia.
La Delegación integrada por Marisol Pacheco y Sean Cleary de Australia, Guido De Schrijver de Bélgica, Fernando Bermúdez y Joaquín Sánchez, de España, José Frías, Ana María Sánchez y Hervin Lara de Chile, Gerardo Duré y María Elena Fernández, de Argentina y Abilio Peña de Colombia, acompañados por el John Hernández y Edwin Mosquera de la Iglesia Luterana que apoya trabajo por la paz en el Urabá, conoció dos modelos de reagrupamiento de los ex combatientes de las FARC-EP que tomaron la decisión de dejar las armas. El de Llano Grande que se da en el área que inicialmente se acordó con el gobierno y con los materiales que les proporcionaron y el segundo en San José del El León a donde por su cuenta se trasladó otro grupo, luego de no encontrar garantías para la salud, seguridad y tierra, en la vereda El Gallo, municipio de Tierra Alta, Córdoba, de donde se vieron forzados a salir.
En Llano Grande reafirmaron su decisión de construir paz en medio de los incumplimientos del gobierno que han hecho que de 300 personas que se agruparon, permanezcan 150, “unos van y vienen, otros están con sus familias, otros están buscando tierras para trabajar y unos pocos según nos enteramos, regresaron a las armas.”
Valoran que en este paso que dieron, lo mejor ha sido el reencuentro con las familias, afianzando la decisión de construir paz, “pues depende solo de nosotros y de nadie más”, dicen. Aquí, también, resaltan algunos de ellos, “nos hablamos con gente del ejército y policía” lo que era impensable unos años atrás cuando se mataban en la guerra.
En estos momentos tienen el plan de socializar los acuerdos con otras veredas del municipio de Dabeiba “porque hay mucho desconocimiento, los medios de información nos han presentado como si fuéramos monstruos, pero cuando nos encontramos cara a cara nos reconocemos como los seres humanos que somos”, dijo Luz Mary Cartagena, vicepresidenta del ETCR.