Hablar del descanso en un tiempo donde la vida es rápida es un verdadero desafío. Tendemos a clasificar o a “valorizar” las personas por la cantidad de horas que invierten en sus labores diarias, pero Dios mismo nos llama a descansar y reconocerlo a él en momentos de reposo y calma, pues hay tiempo para todo.
“Todo tiene su momento oportuno; hay tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo” (Eclesiastés 3:1).
Pastoras, Pastores, Vicarios, vicarias y personas que sirven en nuestra Iglesia, muchas veces laboran más del tiempo sugerido, pues el trabajo es visto como vocación. Sin embargo es necesario apartar tiempo en nuestro día a día para descansar, meditar en lo sucedido en la jornada, fortalecer nuestros lazos humanos y cuidar de nuestra salud mental y física.
En esta Coferencia Pastoral IELCO (COPI) el tema central fue el descanso, es por eso que con apoyo del proyecto “Educación propia de los pueblos indígenas de Colombia” se llevó a cabo este evento cerca al municipio de Palomino (La Guajira). Si bien hubo una agenda extensa para discutir dentro del cuerpo pastoral, la vista, la comida y el lugar traía descanso lo cual fue propicio para intercambiar experiencias en el ministerio y a nivel personal de los participantes.
Por otro lado, se abrió agenda para conocer más de cerca el proyecto “Educación propia de los pueblos indígenas de Colombia” dirigido por Marian Coy, quien compartió al cuerpo pastoral un poco más sobre la realidad de los pueblos indígenas Koguis, Wiwas, y Arhuacos de la Sierra Nevada de Santa Marta, los desafíos que enfrentan sus comunidades.
De igual forma se expuso desde la voz de líderes y lideresas indígenas, cómo la IELCO realiza el trabajo de fortalecimiento del cuerpo docente de cada Etnia, permitiendo acompañar la educación básica y secundaria, la alfabetización de adultos y la formación de familias, todo por la apuesta de robustecer el plan de vida comunitaria.
Es así como el ejercicio pedagógico y didáctico propuesto desde el proyecto reivindica la educación propia como una apuesta de rescate del saber ancestral y, por ende, la preservación de cada pueblo. Esta lucha es materializada en la construcción de modelos educativos, mallas curriculares, material educativo y planes de estudio; todo esto enmarcado en la consolidación de los Sistemas Educativos indígenas Propios, futura política pública de Colombia.
Por otra Parte, hubo un intercambio de saberes sobre la espiritualidad de estos tres pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa marta y la IELCO. En este diálogo, Ismael Conchacala, Líder y docente Wiwa, menciona la importancia de una escucha activa entre diversas espiritualidades, para la construcción de una teología latinoamericana, que parta desde el interior de cada comunidad y que se fortalezca en el ejercicio de convivencia y dialogo con otras Iglesias.
Esto permite replantear la forma de misión y evangelismo de la IELCO desde una mirada reciproca, pues al caminar hombro a hombro con los hermanos y hermanas indígenas, somos evangelizados por la gracia multiforme de Dios que habita entre sus pueblos. En consecuencia, podemos encontrar un Jesús que se deja enseñar, motivando así al cuerpo pastoral a postularse desde una mirada de igualdad y aprendizaje mutuo de la mano de las comunidades.
“No somos salvadores, lo importante es formar puentes, entre las culturas, si Dios nos dio la posibilidad de propiciar el relacionamiento de dos culturas, aquí estaremos”: concluyó el Obispo presidente Atahualpa Hernández,
Esta COPI fue un tiempo para conocer otras cosmovisiones, reflexionar sobre nuestro papel como iglesia en el intercambio de saberes, y en cómo la Iglesia puede ser un cuerpo que acompaña y camina al lado de otros cuerpos que necesitan ser fortalecidos y que a su vez nos enseñan, nos nutrimos mutuamente de la compañía y el trabajo en conjunto.