(FLM) – Construir puentes fomentando espacios de diálogo y cooperación es una tarea esencial a la que se enfrenta el obispo Atahualpa Hernández Miranda, Obispo/Presidente de la Iglesia Evangélica Luterana en Colombia (IELCO).
Enfrentado a la polarización en su propia iglesia y a los retos de trabajar en un contexto abrumadoramente católico, junto con las dificultades diarias de acompañar a los supervivientes de la larga guerra civil del país, la resolución de conflictos y la consolidación de la paz han sido dos requisitos clave de su trabajo desde que asumió el cargo en 2016.
Ese mismo año, el gobierno de Colombia firmó un acuerdo de paz con el principal grupo guerrillero para poner fin al conflicto que se ha cobrado miles de vidas y ha dejado a millones más desplazados de sus tierras y medios de vida. Como líder eclesiástico, Hernández ha estado estrechamente involucrado en los esfuerzos para implementar los términos de ese acuerdo y para llevar a las otras partes beligerantes a la mesa de negociaciones.
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