Unas cincuenta personas de las iglesias Católica, Luterana, Presbiteriana, de tres comunidades religiosas, de cinco organizaciones internacionales y de otras organizaciones sociales realizaron desde el 29 de agosto al 3 de septiembre una misión humanitaria en zonas rurales de Frontino y Dabeiba, en el Occidente antioqueño.
Esta alianza se ha constituido como un equipo de trabajo conjunto que, bajo el nombre de SIZOCC (Solidaridad Interreligiosa en Zonas de Conflicto en Colombia), desde la perspectiva del Evangelio y el Pensamiento Social Cristiano, se propone acompañar a las comunidades afectadas por el conflicto armado y el abandono estatal, visibilizando sus situaciones de crisis humanitaria y realizando acciones de incidencia a nivel local, regional, nacional e internacional.
En una conferencia de prensa realizada dieron cuenta de la grave situación en la que encontraron a comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas, evidenciando las dificultades que tienen para acceder a la salud, la educación, la alimentación y la conectividad.
De acuerdo a los pronunciamientos de las autoridades institucionales y lo constatado en la misión humanitaria, en la zona actúan los grupos armados al margen de la ley como el Clan del GOLFO(AGC) y el ELN, grupos que violan el Derechos Internacional Humanitario a través de la instalación de minas antipersonal, el reclutamiento de menores y jóvenes, las amenazas a lideres sociales y comunidades, los asesinatos selectivos, el desplazamiento, el confinamiento y la limitación de la autonomía de las comunidades.