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Calendario Litúrgico y el ciclo de lecturas de la Iglesia

(IELCO) – El calendario litúrgico es el resultado de siglos de reflexión y práctica de la fe en la vida, obra y enseñanzas de Jesucristo. A partir de la herencia de la palabra que los cristianos reciben de la tradición judía, y posteriormente cuando se escriben los textos del Nuevo Testamento se establecen unas fechas que congregan a la iglesia para conmemorar la obra salvadora de nuestro Señor Jesucristo (vida, muerte y resurrección).

Ya que la celebración de la pascua judía coincide con la muerte de Jesús y luego con su resurrección el primer día de la semana, estas fechas se pueden considerar como el principio de las celebraciones oficiales de la iglesia. Sin embargo, hay algo que surge desde el mismo momento en que Jesús instituye la Cena, “hagan esto en memoria de mí”. La reunión de los cristianos hace memoria de la obra redentora de Cristo en la cruz, donde se reciben los medios de gracia (Palabra y Sacramento) y comienza como un momento diario de reunión y queposteriormente le da especial significado al encuentro del primer día de la semana, que posteriormente se llamará día del Señor (Domingo en español) como celebración y memoria del día de su resurrección.

En los primeros siglos solo se celebraba la fiesta de la resurrección del señor (Pascua de resurrección), luego se agregó la fiesta de Pentecostés para celebrar la venida del Espíritu Santo, en seguida se agregaron fiestas como el nacimiento del Señor, el bautismo del Señor, la epifanía del Señor, la transfiguración del Señor, la ascensión del Señor, la fiesta de la Santísima Trinidad y la fiesta de Cristo Rey. De esta manera, basándose en la vida de Jesús y de manera pedagógica para celebrar su ministerio en favor de la humanidad, se organizó el año de la iglesia. Posteriormente se fueron seleccionando las lecturas para estas fiestas y se organizó el orden de los periodos o tiempos de la iglesia, adviento, navidad, cuaresma, pascua, y tiempo ordinario (también llamado tiempo común o del Espíritu Santo).

La liturgia de la palabra la heredó la iglesia de la sinagoga judía. En principio no había un orden fijo, ni un número determinado de lecturas – Justino +/- 150 d.C. decía que las lecturas debían hacerse “en cuanto haya tiempo”. +/- en el 350 d.C. se menciona la lectura de: la ley, los profetas, los evangelios y las epístolas. Con esto se da inicio a la formación del leccionario que estableció las lecturas para un periodo de tres años y con lo que se busca hacer una lectura completa de la biblia guiándose por los eventos centrales de la vida de nuestro Señor Jesucristo.

Texto escrito por: Pastor Jairo Suárez

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